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Mostrando entradas de 2012

Howler - America Give Up (2012)

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El producto de esta banda de Minneapolis es muy bueno. Canciones más que aceptables y, en algunos casos, hasta buenas; una excelente producción detrás de ellas; y todo muy bien empaquetado con una creatividad que podría haber ideado el mismo Shepard Fairey . Pero su mayor problema es ese: es un producto. Y lo peor, caduco. America Give Up es el ejemplo perfecto de que las modas son cíclicas. En ellos vuelven Ramones o The Jesus & Mary Chain (escuchar “Too much blood” ) y, sobre todo, vuelven unos Strokes envueltos en papel de plata y horneados en su propio jugo durante 32 minutos. Howler parecen haberse empollado toda la carrera de la banda del inefable Julian Casablancas para sacar un popurrí con sus mejores tics. Basta escuchar las mejores canciones del disco para darse cuenta de que el revival-rock de guitarras sucias y producción garajera sale de su tumba por enésima vez. El problema es que nadie le ha explicado que su billete de vuelta tiene fecha de caducidad. “Wai

Best Coast - The Only Place (2012)

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Pese a que hace ya prácticamente 50 años de la aparición del surf pop en la escena musical y de que nunca ha sido un género especialmente bien considerado, hoy en día todavía existen formaciones que intentan mantener actualizado el espíritu de ese sonido alegre y vibrante que nos transporta a las soleadas playas del sur de California , un buen ejemplo de ello son los Best Coast , dúo originario de la ciudad de Los Angeles formado por la vocalista Bethany Cosentino y el veterano instrumentalista y productor Bobb Bruno , los cuales representan el sonido más contemporáneo dentro de la tradición del pop californiano, siempre melódico, brillante y optimista. Tras la publicación en el año 2010 de su primer álbum Crazy For You con el que alcanzaron una notable repercusión, los Best Coast publicaron el pasado mes de mayo un nuevo disco, The Only Place , un nuevo homenaje a su soleada California natal en el que la banda se aleja un tanto del sonido low-fi de sus inicios. Ahora el son

The Vaccines - Come of Age (2012)

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Hubo un tiempo en el que los grupos de veintañeros copaban las listas con canciones sin pretensiones, canciones pop que no buscaban más que ser escuchadas, bailadas o coreadas por las chicas jovencitas, canciones que se entraban a grabar en un escenarios diminutos con un productor mercenario y que, a las pocas horas se distribuían prensadas en siete pulgadas maltratados y mal cortados. Las ínfulas artísticas no habían aparecido aún en el mundo del pop. Eran los tiempos de los ídolos teenagers, la época a la que The Vaccines acuden una y otra vez. Pero los tiempos han cambiado y muchos se posicionan frente a bandas como The Vaccines con desconfianza, cuando en el fondo ocupan el mismo lugar que ocuparon en su momento algunos de los nombres que se vitorean una y otra vez cuando echamos la vista atrás, muy atrás. Porque sí algo está claro es The Vaccines es un cuarteto británico de canciones pop de dos o tres minutos que eluden las complicaciones innecesarias. The Vaccines es una

Beach House - Bloom (2012)

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El parecido con “Teen Dream” en principio ofende, pero no nos engañemos; sabiendo que éste era insuperable, tenemos lo que deseábamos: otra ración de melancolía recalcitrante. Con un punto de estado de alerta sano que puntúa, pues las personalidades de los dos componentes de Beach House impiden saber si es verdadera o impostada. Yo tomo “Bloom” (Bella Union 2012) como puro reencuentro. Con ese amigo, con esa voz, con todas las cosas que te reconfortarán siempre en un momento dado y maltrecho de tu vida. Solo con la entrada de “Myth” ya vencen. Grande entre las grandes -seguramente la mejor canción que el grupo ha parido hasta ahora-, es la mascarilla que de pronto cae del cielo cuando a tus pulmones les empieza a faltar aire. Las demás piezas le siguen, manteniendo un nivel altísimo -nivel del álbum anterior- sin atreverse al careo, aunque alguna -la belleza glacial de “On The Sea” , la punzada agridulce de “New Year” , el remate con “Wishes” - apunta tímidamente a contrincant

The XX - Coexist (2012)

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¿Cuánto cuesta crear un universo propio y perfectamente reconocible en un panorama musical tan poliédrico como el actual? En el caso de The xx la respuesta no se le escapa a nadie, con su disco de debut crearon todo un universo intransferible y hermético, pero también cálido y lleno de atmósferas sugerentes. Aquello no era post-dubstep, ni pop, ni Indie, ni R&B… Y sin embargo lo era todo a la vez, triturado y replanteado de manera que absolutamente a nadie se le escapó que estábamos ante uno de los grupos de los que se hablará para definir musicalmente estos años de zozobra. Con ‘Coexist’ (Young Turks, 2012), The xx amplían y redefinen su mundo, volviendo a priorizar los silencios y el espacio como elemento esencial en su música. Los británicos ya revelaban en las entrevistas previas al lanzamiento oficial que en su nuevo disco no habría volantazos temáticos ni estéticos, y no mentían. ‘Coexist’ vuelve a funcionar movido por los mismos temas, que podríamos resumir en el am

The Cribs - In the Belly of the Brazen Bull (2012)

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  The Cribs fueron desde sus inicios un grupo resultón, ciertamente sobrevalorado por la prensa de su país pero con la suficiente claridad de ideas como para facturar siempre un aprovechable indie-rock clásico de guitarras, al margen de la aceptación del género dentro de las sucesivas tendencias que han dominado la escena británica. La banda regresa a la actualidad casi tres años después de firmar Ignore The Ignorant (2009), sin duda el álbum más compacto de toda su carrera tras contar en sus filas con la valiosa y palpable aportación de una figura mítica como Johnny Marr . El ex guitarrista de The Smiths abandonó la formación antes de que ésta afrontase la presente entrega para liderar de nuevo su proyecto personal junto a The Healers , y la cuestión principal se cernía en comprobar cómo el trío sería capaz de reemprender la marcha tras el acierto propiciado por la conexión intergeneracional. La respuesta viene dada por In The Belly Of The Brazen Bull (2012), quinto disco de

Dry the River - Shallow Bed (2012)

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  Un fuerte e intenso aire británico sopla cuando oímos al quinteto Dry The River , un claro hypie con un estilo bastante especial debido según su cantante a "las diferentes influencias de cada miembro" . De ahí que salgan varias canciones con un cuerpo poco definido en donde a veces piensas que escuchas a una banda de marcado estilo folk como Mumford and Sons , pero que se entremezcla constantemente con matices más propios del pop/rock como sucede en su The Chambers & The Valves , por tan solo poner un ejemplo. Lo que llama la atención es que pese a ser una banda debutante impere sobretodo el aire épico en cada una de sus canciones, en lugar de ir a lo fácil sacando temas simplones y pegadizos como viene haciendo la mayor parte del panorama actual. Y es que no se puede encontrar ni un solo pero a este Shallow Bed que se encuentra repleto de buenas o muy buenas canciones con varias subidas geniales como en ese Lion's Den o en la emotiva Family , que les sirve

King Creosote & Jon Hopkins - Diamond Mine (2011)

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El mundo no es justo. No se porta bien con King Creosote , en cualquier caso. Tras veinte años de actividad y unos cuarenta discos, este escocés se merecería mucho más reconocimiento. Más fans. Más mimos. Más amor. "Diamond mine" debería contribuir a que los obtenga, porque es un disco de esos que obligan, en un puñado de canciones, a rendirse a la evidencia, Kenny Anderson tiene algo de genio. Grabado con el londinense Jon Hopkins (que también ha trabajado con Brian Eno y Adem , por no citar a Coldplay ), son seis temas y una obertura que se mueven como evanescentes recuerdos de sueños entre Mark Hollis y los Castanets . Es decir, muy bien. Como odas a la melancólica serenidad de su región natal, u oraciones paganas a la tristeza, en las que las guitarras vuelan sobre nubes de algodón y el acordeón surca océanos de lágrimas. También se oye el rugido del mar, voces de vecinos, pájaros que cantan y una gran dosis de sinceridad. Un diamante de peso para la corona de King .

Death In Vegas - Satan's Circus (2004)

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Death In Vegas debutaron con Death Elvis en 1997. Los DJs Richard Fearless y Steve Hellier se convirtieron en un soplo de aire fresco en la electrónica de finales de los 90 gracias a canciones como “Dirt” , “Opium Shuffle” o “Rekkit” . Dos años más tarde, con la salida de Hellier y la entrada de Tim Holmes , la banda orienta su discurso al rock electrónico y al estilo de lo que Chemical Brothers o Prodigy venían haciendo: invitar a otras estrellas a cantar sus temas. Así nos ofrecen el gran The Contino Sessions (1999), cercano al sonido de bandas como Primal Scream , no sólo por contar con colaboración del propio Bobby Gillespie , sino por su marcado tono de rock hecho para el siglo XXI y por gloriosas colaboraciones como la de Iggy Pop poniendo su voz en la tremenda “Aisha” . En 2002 vio la continuación con el menos afortunado aunque en momentos interesante Scorpio Rising, en esta ocasión junto a Liam Gallagher , Paul Weller o Nicola Kuperus ( Adult ). El cas

The Afghan Whigs - Congregation (1992)

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Afghan Whigs , uno de los primeros grupos que conocí cuando realmente despertó mi verdadero interés por la música. Englobando varios álbumes, Congregation es el que se mantiene en cabeza respecto a mi opinión en este grupo. En el medio del auge del movimiento grunge, Afghan Whigs tuvieron una considerable acogida, de hecho, fue el sello Sub Pop quien distribuyó buena parte de sus creaciones, siendo esta una discográfica de Seattle que acogía principalmente a bandas de grunge. Esta banda de rock alternativa nos muestra en Congregation diversas “joyas” como lo son: I’m Her Slave , Turn On The Water o Miles Iz Dead , donde nos muestran una velocidad y gran sonido con la guitarra y la pegadiza voz de Greg Dulli . Este guitarrista y cantante finalmente pasaría para otro grupo llamado The Twilight Singers .

Arab Strap - Philophobia (1998)

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“Era la polla más grande que hayas visto pero no tienes ni idea de dónde este pene ha estado. Dijiste ser cuidadosa, nunca lo fuiste conmigo. Dijiste que con ésta lo has hecho cuatro veces esta noche", asi empieza este disco de esta banda de Glasgow , cuna de Jesus and Mary Chain , Belle and Sebastian y The Pastels y muchos otros grupos de pop excelentes. Herederos reconocidos del nihilismo de Palace Brothers , Arab Strap deja la moral convencional dada vuelta sin perder de vista una ética sorprendente. Una gran cantidad de novias circula por los relatos del disco, concebido como una novela. Philophobia reúne la clase de relatos que experimentas a las 5 de la mañana. La fiesta termina y tu novia se enoja y camina a veinte pasos tuyo haciéndote sentir una basura y luego llegas a su casa y su madre se despierta y te pilla con los ojos enrojecidos, y ya te vas, pero ella quiere explicaciones. Philophobia es un clásico gracias a su realismo crudo pero siempre tan humano

¿Qué apareció primero la música o las penas?

A la gente le preocupa que los jovenes jueguen con armas... o vean videos violentos... Que una cultura de violencia los absorba. A nadie le preocupa que los jovenes escuchen miles, literalmente miles de canciones sobre corazones rotos, rechazo, dolor, desgracia y perdida. ¿Acaso escuchaba yo música "pop" porque era infeliz? ¿O era infeliz porque escuchaba musica "pop"? Rob Gordon High Fidelity - Dir: Stephen Frears

M83 - Hurry Up, We're Dreaming (2011)

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Anthony Gonzalez ya anunció que su nuevo trabajo iba a ser “muy, muy épico” y casi un año después comprobamos, escuchando ‘Hurry Up, We’re Dreaming’ , que razón no le faltaba. Muchos pensamos que ‘Midnight City‘ tenía muy poco de épico y mucho de hit incontestable -quizás era lo que necesitaba el grupo para volver a primera línea y crear curiosidad por su nuevo trabajo- pero una vez escuchado el doble álbum que Gonzalez describe como “un reflejo de 30 años como ser humano”, se hace difícil escribir algo sobre él sin recurrir a ese adjetivo. Épico, cinemático, y bastante ochentero. Si en su anterior entrega bordeaba peligrosamente lo obvio y llegaba a recordar a los peores momentos de Moby y Mike Oldfield , en ‘Hurry Up, We’re Dreaming’ los resultados son mucho más satisfactorios. Se podría afirmar, sin ningún genero de dudas, que Anthony ha conseguido no sólo el mejor disco de su carrera sino uno de los mejores del año. Precedidas por esa oda a Toto que es ‘Midnight City’ y que deb