Grand Archives - The Grand Archives (2008)

Grand Archives - The Grand Archives
Después de oír el disco de debut de Grand Archives, el grupo formado por Matt Brooke cuando abandonó Band Of Horses, no me cabe la menor duda: toda la magia de aquellos, que en el segundo disco parecía haberse diluido, se ha ido con él.

Porque Grand Archives firman un debut lleno de romanticismo, canciones con la piel desnuda y dispuestas a ser tu favorita del verano. Eso les ha ganado críticas bastantes duras. De hecho, la nota media de la mayoría de las publicaciones según Metacritic deja este disco al borde de bajar del 70. y eso, hoy en día, cuando se regalan por doquier estrellistas y sobresalientes, es casi un milagro.

Vamos, que la mayoría de los críticos que han escuchado a Grand Archives no los han entendido. Y volvemos a lo de siempre: uno de los grandes caballos de batalla de la crítica especializada (casi diría que uno de sus prejuicios más tópicos) es que del rock blando no pueden salir grandes discos ni grandes canciones.

Hace tres de años, parecía que eso iba a cambiar. Llegó gente como los Magic Numbers y reivindicaron una visión blandengue del pop y vencieron por KO. Cuando hay canciones, da igual que existan o no los riesgos, que suene muy radiofórmula o que hay hasta cierto punto un tono predecible en los discos.

Al debut de Grand Archives se le pueden sacar tantos defectos como se quieran. Pero yo, cada vez que lo oigo, no puedo dejar de pensar en esa frase que cierto crítico que no recuerdo dedicó al debut de R.E.M. y que venía a decir que los ángeles estarían en el cielo tocando con Rickenbackers estas canciones. En el primer disco de Grand Archives hay también mucho de celestial y de guitarras de doce cuerdas.

Perfectamente secuenciado, matizando las canciones débiles con las que vienen a continuación o las que las preceden, Grand Archives es un disco que se empeña en enseñarte las virtudes por encima de los defectos. Es bonito y cuesta trabajo encontrar algo malo que decir de él. Como la mayoría de la crítica parece empeñada (en este disco, que no en todos) en buscarle los tres pies al gato yo prefiero decir que aquí ahí un buen puñado de canciones mágicas.

Algunas parecen joyas para disfrutar en la intimidad, otras son mucho más de concierto (y me chivan que sus directos son ¡la bomba!) y, finalmente, las hay válidas para todos los momentos. En cualquier caso, desde hace unos días, éste es el disco que más escuchan mis vecinos: siempre que me lo pongo, subo el volumen y, simplemente, me siento bien de ser feliz a ratos. Y con él sonando, siempre. Muy grande.

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