Fever Ray - Fever Ray (2009)

Fever Ray - Fever Ray

Karin Dreijer Andersson canta en ‘Triangle Walks’ “I need a rest / lay down for a while / disconnect”. Lo que define un episodio más de una vida diaria contemplado desde un punto de vista crítico y con una perspectiva oscura, puede resumir la aventura en solitario de la mitad de The Knife.

El house más experimental que había facturado hasta ahora en dicho proyecto, junto a su hermano Olof Dreijer, ha pasado a descansar durante un periodo de tiempo de tres años en el que ambos componentes han decidido elaborar otras propuestas menos convencionales y probar con facetas casi opuestas a lo que habían hecho (Olof, incluso, tiene entre manos una ópera).

Es entonces cuando aparece el debut en solitario de la sueca, bajo el sello Rabid Records. Un álbum que para mí es uno de los mejores de este 2009, una joya oscura, pausada, que se disuelve en cada escucha dejando la agonía de un día a día de alguien que afronta el reto de ser madre, con sus nuevos peculiaridades (‘Concrete Wall’) o de alguien que canta sus sentimientos (‘When I Grow Up’). Todo esto con una apertura sublime, ‘If I Had Heart’; es esa balada tenebrista, propia del Post-Punk más influido por la electrónica, las atmósferas pesadas y heladoras. Con un susurro que entona “give me more, give me more” antes de seguir con “if i had a heart i could love you / if i had a voice i would sing”. La escuela de Bristol, del Tricky más oscuro y de su ex pareja artística, Alison Goldfrapp están presentes en un tema de matrícula.

Al final estamos ante Pop, pero no un cualquiera. Lo mismo que The Knife afrontaban un House único, Fever Ray es un abanico de estilos que tienen al Ambient como pareja siempre presente, en especial en ‘Keep The Streets Empty For Me’. Y es que si por algo destaca este álbum es por la manera en que las melodías van solas, juegan con ritmos orientales en ‘Triangle Walks’, ensoñación en ‘Now’s The Only Time I Know’, Industrial en ‘I’m Not Done’ (“Is it dark already / How light is a light / Do you laugh while screaming / Is it cold outside”), e IDM en ‘Coconut’.

Una obra de arte en la que versos como los anteriores dejan paso a ‘We were hungry before we were born” poniendo el broche a un álbum que vuelve a demostrar el talento de Karin Dreijer Andersson. Nuevo estilo, nueva faceta y otro trabajo para enmarcar. Es más que música, es un reflejo de sentimientos y vivencias que analizar con detenimiento.

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