Phoenix - Wolfgang Amadeus Phoenix (2009)
Si te emocionó "Too young", saltaste con ella, viste a Bill Murray en Lost in Tranlation escucharla y te preguntaste '¿joder, de quién esta canción?' te gustará Wolfgang Amadeus Phoenix (V2 Records/Loyauté, 2009), de Phoenix. El calor del verano y el sol alegran el alma, y las canciones de la última obra de lo franceses también lo hacen. La mayoría entran a la primera, sin tener que pagar peajes ni pasar un tiempo previo de adaptación, ni tampoco pensar demasiado en ese giro o ese cambio de ritmo. Phoenix saben lo que hacen y cuando lo hacen. Todo concuerda. Todo suena bien. Todo cuadra. Música animada, joven, animada, que atrapa.
Las buenas vibraciones empiezan con "Lisztomania". Su trepidante sonido recuerdan a la ya nombrada "Too young", a sus frescas guitarras, animados redobles de batería y un bajo que llena el fondo de la canción. Inevitable llevar el ritmo con los pies o mover rítmicamente la cabeza de arriba hacia abajo. Eso es solo el comienzo porque le sigue otro hit: "1901". Entre el ritmo, sintetizadores, guitarras y la voz de Thomas Mars me imagino un montón de gente saltando en un concierto al aire libre al atardecer, con los brazos en el aire, bebiendo cerveza y cantando esta canción.
Sin embargo, no todos son saltos ni ritmos alegres. En esta ocasión, y en una mirada al sonido de sus compatriotas de Air, Phoenix experimenta con melodías más densas y ambientales como la instrumental de más de cinco minutos "Love like a sunset part I", que le sigue la segunda parte de la canción para tomar un respiro. Las guitarras vuelven con "Lasso" o "Rome". Hasta su última canción sigue en línea recta hasta el final con ritmos y canciones similares. Agradable. Sin sorpresas ni sobresaltos.
En cualquier caso, éste no es el renacer de Phoenix sino la continuación de su gran obra It's Never Been Like That (2006), pero también guarda algún detalle de sus dos primeros discos United (2000) y Alphabetical (2004). Wolfgang Amadeus Phoenix es un buen disco para descubrir Phoenix, ya que en él está la filosofía de todos sus discos anteriores.
Las buenas vibraciones empiezan con "Lisztomania". Su trepidante sonido recuerdan a la ya nombrada "Too young", a sus frescas guitarras, animados redobles de batería y un bajo que llena el fondo de la canción. Inevitable llevar el ritmo con los pies o mover rítmicamente la cabeza de arriba hacia abajo. Eso es solo el comienzo porque le sigue otro hit: "1901". Entre el ritmo, sintetizadores, guitarras y la voz de Thomas Mars me imagino un montón de gente saltando en un concierto al aire libre al atardecer, con los brazos en el aire, bebiendo cerveza y cantando esta canción.
Sin embargo, no todos son saltos ni ritmos alegres. En esta ocasión, y en una mirada al sonido de sus compatriotas de Air, Phoenix experimenta con melodías más densas y ambientales como la instrumental de más de cinco minutos "Love like a sunset part I", que le sigue la segunda parte de la canción para tomar un respiro. Las guitarras vuelven con "Lasso" o "Rome". Hasta su última canción sigue en línea recta hasta el final con ritmos y canciones similares. Agradable. Sin sorpresas ni sobresaltos.
En cualquier caso, éste no es el renacer de Phoenix sino la continuación de su gran obra It's Never Been Like That (2006), pero también guarda algún detalle de sus dos primeros discos United (2000) y Alphabetical (2004). Wolfgang Amadeus Phoenix es un buen disco para descubrir Phoenix, ya que en él está la filosofía de todos sus discos anteriores.
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